Pulpada!!!

Grata fue mi sorpresas ya hace varias semanas cuando fuí a comprar pescado y me encontré con que tenían un pulpo fresco enorme así que lo compré. Pero la sorpresa no acabó ahí, sino que días más tarde cuando volví a la misma tienda encontré en la sección de congelados pulpo de Cambre!

Y ayer fue el día para hacerlos. Rodaron invitaciones y muchas bajas de amigos que tenían otros compromisos. Unos pocos aparecieron y estos trajeros otros pocos y al final acabamos siendo unos doce. Albariños y riojas compartieron mesa con quesos y jamones para dar lugar a un pulpo exquisito (bueno, el picante no era muy picante).
Y ya que estabamos de fiesta, pues se me ocurrió hacer una queimada. Sí, sí, y con lectura del Conjuro incluída, por supuesto. También le dimos al licor café. Y ya en ese plan que mejor que irnos a una fiesta de bienvenida del piso de alguién.
Habrá que repetirlo!

District 9 / Sunshine

La ciencia ficción está en apogeo en los últimos tiempos y estás son dos excelentes cintas del género.
District 9 la anuncian como una peli de Peter Jackson, pero lo cierto es que solo es el productor. Deciros que está contada en plan documental, asi que no os desconcierte el hecho de que comience con un desfile de caras dando su opinión sobre los hechos. ¿Que hechos? Pues una inmensa nave espacial ha quedado barada en el cielo de Johannesburgo. Los alienígenas, bulgarmente llamados gambas por su aspecto, son confinados en un districto de la ciudad: Districto 9. Han pasado 20 años y la convivencia de los alienígenas en la ciudad se hace insostenible. El cuerpo de las Naciones del Mundo decide trasladar a las 'gambas' a un campo de concentración emplazado a varios kilómetros de la ciudad,... pero el traslado no será fácil.
El haberla rodado como un documental hace que los hechos parezcan muy realistas y se te meta debajo de la piel. Suburbios de la ciudad como si fueran fabelas y una banda de nigerianos corruptos comerciando con las gambas componen el entorno. Y la historia va por unos derroteros insospechados.
Asegurada una segunda parte (ya estoy deseando que la hagan). Cuidaros de ver trailers pues hay más de uno que os fastidiaría la historia.

Sunshine nada tiene que ver con el Resplandor de Kubrick, pero vuestro corazón bombeará adrenalina por vuestro cuerpo durante 90 minuntos. No es ninguna historia de miedo, sino la típica idea de la humanidad al borde de la extinción. El Sol ha perdido mucha de su energía y nuestro planeta es una bola de hielo en donde malamente sobrevivimos. Icarus I fue enviada al Sol con una bomba que consiga reactivarlo, pero al borde del mismo se perdió contacto. Icarus II es el último y desesperado intento de salvar la humanidad. Tripulada con 8 astronáutas y científicos intentarán detonar una bomba sobre el Sol. La forma en que la historia esta contada con una sucesión de desaveniencia tras desaveniencia, que acompañada con una terrible e intensa música, hace que tu corazón se revolucione ante la idea de que la misión falle y las fatales consecuencias que ello acarrearía. Cada minuto de la película tiene su importancia, aunque muchas veces no lo sabes hasta bastantes minutos más tarde. No sobra ningún minuto. No hay respiro, así que coge unas buenas bocanadas de aire antes de verla.
Danny Boyle, el director, nos sorprendió el año pasado con un registro completamente diferente: Slumdog Millionaire.

Dosis de irrealidad

Unos se levanta en una mañana congeladora en Dublín, preludio del incipiente otoño, y se dirige a la oficina con una pequeña maleta. La ropa justa para unos pocos días. Unas hora de trabajo y tres horas de vuelo lo transportan a la irrealidad. Son casi las seis de la tarde, pero el calor es plomizo y el shock térmico extenuante; de 3 a 28ºC. En Dublín, vivía una irrealidad en los días previos, que al llegar aquí se ha hecho realidad y una nueva irrealidad ha ocupado el espacio vacante. Ha sido un viaje inesperado; organizado en el último momento y debido a causas familiares. La vida siempre nos depara sorpresas, no siempre agradables, y que en esta ocasión no ha pasado de un susto.
Hacia al menos diez años que no estaba en esta parte de España. He vuelto a comprender porque. Paisaje monótno, casi desértico y dominado por los tonos ocres. Tonos que se extienden a la edificación. Decenas, cientos de chalets y apartamentos que se espanden por la linea de costa de forma interminable, mayoritariamente vacíos en esta época del año. Los inquilinos, matrimonios con una edad media de 50 años. Españolitos mezclados con ingleses, irlandeses, alemanes o suecos entre los que se aventuran africanos o sudamericanos que intentan sobrevivir a sus miserias.
En la televisión los telediarios repiten las mismas noticias de forma machacona una y otra vez hasta aborrecerte. Los políticos siguen insultándose unos a otros en vez de dedicarse a gobernar y a la espera que Mr. Obama les solucione la papeleta. ¿Estamos ante un nuevo Dios llamado Obama?
Ahora los atuneros españoles son secuestrados por piratas africanos y la solución del gobierno es armar a los pesqueros con armas de medio alcance para que se puedan proteger. Los marineros, que ya bastante tienen con su duro trabajo, ahora, además tienen que ser soldados. Seguro que la próxima vez que vea un telediario la noticia no hablará de secuestros sino de los marineros abatidos. Violencia con más violencia. Piratas en el sigulo XXI. ¿Nos dirigimos al furuto apocalíptico de Children of men? No importa que sigamos siendo fértiles, la socieda sigue en clara decadencia.
Claro que también he podido disfrutar de la rica gastronomía española: pescado fresco, quesos, jamones y una exquisita churrascada hecha por mi. Todo bañado por caldos caseros o nacionales, tintos o blancos y cebada puesta en estado líquido. Interminables helados o una sidra en una terraza con los pies casi bañados por el cálido Mediterraneo. Y baños matutinos en aguas cristalinas.
El viaje ha llegado a su fin y ahora toca volver a mi fría realidad.