Dublín es una ciudad mágica en cuanto a estatuas. Como toda ciudad tiene sus clásicas y solemnes estatuas de las personas que has escrito la historia de irlanda o de la ciudad situadas en las calles más importantes o en los parques. Pero lo que sorprende son esas otras estatuas. Esas que pertenecen a gente no tan importante o que simplemente no son un memorial a nadie conocido. Estatuas que uno se encuentra cuando menos se lo espera. A la vuelta de una esquina, en un rincón, en la fachada de un edificio en lo alto de él. Esto produce una sensación refrescante al caminante casual. Por eso he pensado hacer una recopilación de ellas para tenerlas como recuerdo.
No están todas, pero sí un buen puñado de ellas. Iré añadiendo más a medida que vaya tomando más fotos y vaya descubriendo más estátuas. Espero que os gusten y que os sirvan como una pequeña introducción a la capital irlandesa. Tengo otra serie fotográfica en camino, pero esa me llevará algún tiempo acabarla.