Han pasado 262 días desde que dejé RPA. Un tiempo ciertamente largo, pero no tanto si se tiene en cuenta que me he entretenido con algunos cursos a lo largo de los meses. También me tocó estudiar en casa, pasar incontables horas delante del ordenador buscando ofertas de trabajo, horas de desesperación y frustración cuando el teléfono no sonaba, algunos pocos momentos de pesimismo, pero siempre miré al futuro con optimismo. Mi búsqueda se extendió por todo Europa, con serios esfuerzos de conseguir algo en Oriente Medio y alguna tímida intentona en África o Brasil. Y después de este largo periplo he acabado en Dublín.
Ciertamente el lugar más deseado, pero en el cúal tenía menos esperanzas de encontrar algo debido a la difícil situación del sector de la construcción en la isla esmeralda. En mi búsqueda intenté estar lo máximo posible conectado con excompañeros de trabajo o amigos. Y una de esas excompañeras fue la que me consiguió la entrevista. Una entrevista fue suficiente para confirmarme como un serio candidato y la segunda fue más una charla para aclarar ciertos detalles que un toma y daca de preguntas y respuestas. Y el momento no podía ser mejor. En el tiempo que ellos prepararon los papeles yo pudé disfrutar de los dos viajes que tenía planeados: Francia y España. Y ahora es tiempo de volver a trabajar. El lunes empiezo.
La empresa para la que voy a trabajar como Contractor, algo así como autónomo, es Mott MacDonald Ireland. Que no es más que la parte irlandesa de una consultoría a nivel mundial con el mismo nombre MMD. Un monstruo de 150 oficinas repartidas en 120 países en donde se realizan proyectos para el sector público o privado diseñando estadios, rascacielos, parques eólicos, aeropuertos, autovías o líneas de metro, por mencionar algunos. Los proyectos en los que inicialmente yo voy a trabajar serán líneas de tranvía en calidad de Ingeniero del Sistema de Contacto Aéreo, vamos, diseñando las catenarias y los postes por los que se transmite electricidad a los vehículos. De momento el contrato será por solo unos meses, pero hay buenas perspectivas de que pueda continuar si es que están satisfechos con mi rendimiento. Me esperan semanas de duro trabajo ya que hay un montón de cosas nuevas por aprender, pero estoy con muchas ganas e ilusión. ¡Dublín todavía tiene mucho por ofrecer!