Lemon Tree / Waltz with Bashir

En estos tiempos navideños he ido al cine con la coincidencia de ver dos películas con el mismo trasfondo social: el conflicto entre Israel y Palestina.

Lemon Tree es una cinta en donde se nos presenta una cotidiana realidad en la frontera de Palestina. El actual ministro de defensa israelí decide mudarse con su mujer a una nueva casa. La cual está situada en la frontera y su vecina es una viuda palestina. La humilde viuda posee un huerto de limones que es su vida y que cuida con esmero. Los cuerpos encargados de la seguridad del ministro deciden cortar todos los árboles para evitar posibles emboscadas de terroristas palestinos. Todo se realiza de forma legal, pero sin ninguna opción real para la viuda de defender lo que es suyo. Sin dinero y aún a sabiendas de cual será el resultado final esta mujer lucha por lo único que da sentido a su vida: sus limoneros. Impotencia es lo que siente ella. Impotencia ante el más fuerte, ante la ley, impotencia e injusticia ante... Israel.

Waltz with Bashir es una película realizada en formato de animación para suavizar la dureza de esta historia. A través de los recuerdos de Boaz (Ari Folman en la realidad) nos sumergimos en la guerra del Líbano de 1982. Poco a poco, ayudado de entrevistas a otros testigos de los hechos que le ayudan a recordar, se nos cuenta la masacre realizada en los campos de refugiados de Sabra y Shatila en Beirut. La cinta simplemente nos muestra los hechos vivídos por estas personas. En el momento culminante de la película se pasa de la animación a las imágenes reales para recordarnos que esto no es ficción sino una cruda realidad. Imágenes que, desgraciadamente, vemos, con sentimientos de indeferencia, todos los días en los telediarios, pero que al verlas en su contexto llegan a lo más hondo del corazón. Si alguién ve la película y no siente nada, entonces sencillamente, no es humano.

Es obligado mencionar algunos datos de la masacre:
14 Sep 1982. Es asesinado Bashir Gemayel, líder libanés de la milicia cristiano-falangista aliada de Israel.
15 Sep 1982. Ariel Sharon, ministro de defensa israelí, permite la entrada en los campos de refuciados de la milicia libanesa. La milicia entra en Sabra y Shatila, bajo la atenta mirada de las tropas israelís que rodean los campos, con la intención de vengar la muerte de su líder.
La masacre: 800 muertos (la cifra varía mucho así que he puesto una media) entre los que se cuentan ancianos, mujeres y niños.
La milicia: 2 bajas.

A destacar también la excelente banda sonora realizada por Max Ritcher que se te mete debajo de la piel y te hace vibrar a cada instante. Habrá que seguirle la pista a este interesante compositor y conseguir la banda sonora de esta cinta. No perdaís la oportunidad de verla.