Todo comenzó hace unas semanas. Había planeada una barcaboa en casa de Marcos antes de irse a Barcelona para luego volver a Dublín a empaquetar y emprender su aventura africana. Yo tenía muchas ganas de organizar el evento y ya estaba haciendo los preparativos para la queimada cuando el martes Marcos me manda un mensaje diciendo que se tiene que cancelar. La razón: el tiempo. Tenía todavía demasiadas cosas que hacer. Con lo que los planes del fin de semana se fueron al garete.
El miércoles nada más salir del trabajo me fuí a entrenar al baloncesto. Estuvo muy bien, pero después de más de dos meses sin entrenar acabé destrozado. Cuando llegué a casa y leí mi correo tenía uno de Jesee invitándome a unas copas con motivo de la visita de Reena (antes vivía en Irlanda, pero ahora anda por Salford, UK). Ya era tarde para unirme a ellos.
El jueves hablé con Reena, pero como mis agujetas apenas me dejaban moverme decidimos encontrarnos el viernes. Y aquí ya todo se me fue de las manos.El viernes me llamó Javi diciendo que una chica de Couch Surfing estaba en su casa y que si quería hacerle compañía pues el tenía que trabajar (turno de tarde-noche en un restaurante). Y dije que sí.
Quede por la tarde con Ana (la brasileña más encantadora y guapa que jamás he conocido). Nos fuimos de cena y pintas por el centro. Como Reena y Jesee se iban a un concierto ya no nos vimos.
El sábado Javi nos llevó a Swords a casa de una amiga española y cocinó paella vegetal. Mi aportación fueron unos montaditos de salmón con queso de untar. Todo delicioso. A la tarde Javi trabajaba. Ana, las amigas españolas de Javi y yo nos fuimos a Merrion Square a ver las actuaciones de malabaristas, breakdancers y cómicos. Llegamos bastante tarde y poco vimos. Lo peor que para cuando llegué Reena acababa de irse al aeropuerto. A ver si a la tercera es la vencida Reena!! De allí nos fuimos a tomar un té, después cena y finalmente fiesta en casa de un amigo de Marcos. Ya bien tarde se nos unió Javi.
El domingo me fuí con Ana por la tarde a Howth a caminar un rato. Yo le dije que llevará calzado adecuado, que a lo mejor nos encontrabamos algo de barro en el camino. Su elección fueron unas botas de tacón que acabó quitándose, jajaja. En el pueblo nos encontramos un gaitero madrileño tocando repertorio gallego. Acabamos el día con una exquisita cena en Howth a base de marisco y pescado.
El lunes Javi libraba así que tuvo buen recaudo de Ana. Por la noche nos encontramos en un pub para una reunión de couch surfers.
El martes Ana se vino por mi casa por la tarde. Buena conversación, cena, albariño y sesión de música en Cobblestone.
Ayer fue el último día de Ana aquí, así que nos tomamos la última en el O'Donoghues de Merrion Row.
Ana es una periodista brasileña superencantadora, inteligente, divertida y llena de curiosas historias. Y su acento es escantador!! Estos seis días con ella han sido geniales!!
Espero que nuestra amistad perdure!
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