08 agosto 2008

The Science Fiction Hall of Fame 1929-1964

Microscopic God by Theodore Sturgeon, publicada en 1941. El avance de la ciencia está marcado por un factor por encima de todos: el tiempo. Se necesitan horas, días, meses, años de investigación para descubrir nuevos materiales o vacunas contra enfermedades mortales. ¿Y si hubiera alguna manera de acelerar ese proceso? ¿Y si pudieramos reducir esos tiempos a minutos o incluso segundos? La ciencia avanzaría a saltos de astronauta. ¿Os lo imaginaís? Pues Theodore se lo imaginó antes.

Nightfall by Isaac Asimov, publicada en 1941. Vivimos en un sistema binario: Sol y Tierra y aunque tenemos una satélite (Luna) bastante grande no causa más perturbación que variaciones en las mareas. Tenemos día y noche en 24h. Pero si vivieramos en un sistema séxtuple, es decir, un planeta y cinco soles siempre seria de día. Los conceptos de noche y miedo a la oscuridad nos serían ajenos. Pero los sistemas planetarios son caprichos y una vez cada, pongamos 2500 años, se produce una disposición tal que todos los soles se encuentran iluminando la otra cara del planeta y el único que nos ilumina resulta ser el más pequeño y de luz más tenue. Y para colmo de los colmos uno de los satélites de nuestro planeta eclipsa esta única fuente de luz. Una oscuridad total se cierne sobre nosotros. El fin del mundo ha llegado.

1 comentario:

Prometeo dijo...

Fin del mundo? Justo como el de ayer jejeje.