17 septiembre 2008

Desconcertante

Así es como describiría en una palabra la entrevista que hice en London para Elemental.
Como precedente decir que la entrevista que estaba fijada a las 6pm la movimos para la 5pm para que a mí me diera tiempo a regresar al aeropuerto y coger el último vuelo del día. A pesar de todo fue un día muy estresante y de mucho correr. Eran las 12:30 y estaba en la puerta de embarque esperando el FR 226 de Ryanair que salía a las 12:55. Bocata, paraguas y un libro en mi mochila que contrastaba drásticamente con mi traje oscuro en donde llevaba unas pocas libras. El vuelo llegó con 35 minutos de retraso y para no sucumbir a la histeria me puse a leer el libro. El vuelo aterrizó en Stansted sin mayores problemas y yo me recorrí el aeropuerto a paso de avestrúz y metí mi cabeza en el primer bus que salía para el centro. Eran las 16:20 y acababa de dejarme 5,30 libras en el billete del metro! No había contado que fuera tan caro y no me quedaban libras suficientes para pagarme el bus de vuelta al aeropuerto así que necesitaba cambiar más dinero. Afortunadamente había un sitio allí cerca donde se podía cambiar dinero, pero solo aceptaban billetes. Tras regatear un poco consigo que me cambien solo 7 euros por 5 libras que era lo que necesitaba para el bus. Me subo al metro y tras dos cambios de linea emerjo a la luz en Borough Tube Station al lado de la calle que buscaba. Recorro la calle, encuentro el edificio y pregunto en recepción por Geoff; eran las 16:55. Me recibe Tom, un chico joven que parece inglés. Entro en una oficina de unos 20m2 en donde estaba Geoff hablando con Laura, una chica italiana. En la oficina había unas mesas agrupadas formando un gran rectángulo arrimadas a una de las paredes. Distribuidos en los laterales estaban Laura, Tom y Geoff. Me siento al lado de Geoff (poco contacto visual existe en esta disposición) y comienza la entrevista mientras los otros siguen allí trabajando. Me sentí completamente desubicado. ¿Dónde estaba la privacidad de las entrevistas, el contacto visual que se establece al sentarse uno enfrente del otro, el toma y daca de las preguntas y respuestas? No hubo nada de eso y fue muy desconcertante. Primeramente Geoff me enseñó una presentación de la empresa con los proyectos que han hecho y me describió la compañia. Trabajan en colaboración estrecha con algunos arquitectos realizando novedosos diseños para casas y tiendas de ropa entre otras cosas. Proyectos que intentan conseguir un toque 'cool', 'fashion' y que me resultaron muy atractivos. Después para comenzar por algún lado me preguntó: "Cuentame algo de ti, de tu experiencia". Así que le respondí con un resumen más o menos amplio de mi experiencia profesional, pero sin profundizar excesivamente. Normalmente en este momento surgen preguntas más concretas sobre mi experiencia y ahí es donde yo me intento venderme lo mejor posible. Pero parecía que Geoff no estaba muy interesado. Lo siguente fue hacer un questionario-examen. Eran preguntas, tipo examen de carrera, sobre aspectos técnicos de las estructuras. No era muy complicado, pero entre que estaba en inglés, que desconocía algunos términos técnicos o la simbología cambia y que hace cuatro años que no veo esas cosas de forma habitual, pues no salió todo lo bien que tenía que salir. Si fuera un examen y tuviera tiempo podría responder más cosas, pero allí con Geoff viendo lo que respondía, pues la presión era mucha. En todo caso me estuvo ayudando y fue muy compresivo. Tras eso hubo un poco de charla con Laura y Tom y fin de la entrevista. ¿Que pasó con las típicas preguntas que debieron hacerme y que tenía preparadas para venderme lo mejor posible? Dejé la oficina contento de haber pasado un agradable momento, pero completamente desconcertado y... eran las 18:30! Otra vez a volver a correr para coger el avión. A esas horas no se puede acceder al metro en Borough, así que caminata de avestruz hasta Tower Bridge, dos cambios de metro y emerger en Victoria Station. Pagué 9 libras en el bus que me llevó hasta Stansted para coger otro avión de Ryanair, que esta vez, sí llegó a su hora. Otro autobus más y el tranvía y llegué a casa a las 00.30 hambriento, cansado y desconcertado.

1 comentario:

Reena dijo...

Weno, esperemos que está excentricidad juegue a tu favor. Parece mentira que aún haya entrevistas que te sorprendan con todo lo que has vivido...